Es el inicio de la alimentación complementaria a los 6 meses en forma de alimentos
enteros, en lugar de triturados, con el tamaño y forma adecuadas para que sea el
propio bebé el que los coja con sus manos y se lo lleve a la boca en función de su
apetito y preferencias. Es decir, hervir la verdura y la carne/pescado y ofrecérsela en
trozos alargados para que este sea capaz de agarrarlos sin problemas con sus manos.
Recordad que a los 6 meses, los niños aún no hacen la pinza (unión del pulgar con el
índice) por lo que los objetos, en este caso los alimentos, los cogen abriendo la mano
entera para posteriormente cerrarla (Prensión palmar).
Tened en cuenta que entre los 6 y los 8 meses la energía que les debemos aportar a
nuestros hijos proveniente de la alimentación complementaria es de 1/5 del total, el
resto de energía se la daremos en forma de leche. Sin embargo entre los 9 y los 11
meses la balanza estará más equilibrada y el 50% del aporte calórico deberá venir de la
alimentación complementaria y el otro 50% de la leche.
¿Qué beneficios tiene el BLW?
1. Hábitos de alimentación más saludables respetando las señales de su cuerpo
como son el hambre y la saciedad. Las madres que siguen el BLW viven la
alimentación de una forma más relajada, sin forzar a sus hijos a comer. Los
bebés desde temprana edad prueban distintos sabores y texturas lo que parece
estar relacionado con una alimentación más saludable y variada en su futuro.
2. Promoción de la lactancia materna puesto que los bebés seguirán
enganchándose al pecho de su madre cuándo y cuánto quieran siguiendo la
filosofía de respetar sus señales de hambre, sed y por supuesto saciedad. Se trata
de realizar una alimentación activa, donde es el propio bebé el que regula su
apetito, y no la alimentación pasiva de las papillas, cucharas y biberones. El
BLW se puede realizar en niños no amamantados de igual modo; la leche de
artificial no es excluyente en ningún caso.
3. Promueve y estimula el desarrollo psicomotor del niño favoreciendo la
prensión manual al agarrar los trozos de comida, la realización de la pinza en
torno a los 9 meses. Del mismo modo mejora la coordinación oculo-manual, la
masticación…
4. Mejora la transición a alimentación sólida puesto que desde los 6-7 meses
han empezado a trabajar la masticación con alimentos de distintos sabores y
texturas.
¿Cómo sé si mi hijo está preparado para empezar con el BLW?
A los 6 meses todos los niños ya sean alimentados con pecho o con biberón deben
iniciar la alimentación complementaria de una manera o de otra puesto que la leche de
forma exclusiva, a estas edades, ya no aporta todos los nutrientes que necesitan nuestros
niños para seguir creciendo, como por ejemplo, el hierro.
Para empezar con un BLW es imprescindible que:
1. Tenga una sedestación estable. Es decir, que se siente en la trona sin caerse a los
lados o hacia adelante.
2. Que haya desaparecido el reflejo de extrusión. Este reflejo es aquel que
observamos en los niños más pequeños al introducirles algo sólido sobre la
lengua, ya sea un trozo de comida, un objeto o el propio chupete, estos sacan la
lengua inmediatamente en un intento de expulsar todo aquello que pueda
provocarles un atragantamiento. Este reflejo suele desaparecer en torno a los 6
meses.
3. Que tenga autonomía con sus manos y una adecuada coordinación ojos-mano-boca.
¿Qué peligros o inconvenientes tiene el BLW?
No todo son ventajas, veamos cuales son las desventajas:
1. Existe riesgo que no se alcancen sus necesidades energéticas o que presenten
desequilibrios nutricionales y nos encontremos con niños que coman mínimas
porciones de verdura y/o fruta y menos aún de proteínas animales con el
consiguiente riesgo de anemia ferropénica (anemia por falta de hierro), escasa
ganancia de peso o estancamiento en su desarrollo psicomotor.
2. Riesgo de atragantamiento. Es un riesgo lógico y con fundamento. De hecho
los padres que practiquen esta modalidad de alimentación convendría que
tuvieran nociones básicas de primeros auxilios en caso de atragantamiento.
Causas de muerte por atragantamiento en niños menores de 3 años alimentados con
BLW:
Zanahoria cruda.
Cacahuete
Manzana cruda
Salchichas
Alimentos que debemos evitar por alto riesgo de atragantamiento:
Verduras crudas: Zanahoria, apio, ensalada
Manzana cruda
Patatas de bolsa, galletas de arroz o de maíz.
Frutos secos o frutos desecados (pasas, arándanos)
Cerezas, uvas, cherry, maíz, guisantes
Caramelos y cualquier alimento duro que no sean capaces de aplastar con la
lengua y el paladar.
¿Cómo lo trabajamos en la casa nido pies inquietos?
Siempre trabajamos sólo con las familias que lo deseen y por su puesto con su
consentimiento. La colaboración y comunicación con las familias es muy importante en
este, como en el resto de los temas.
Los alimentos que se les ofrece son alimentos que el bebé ya ha probado en casa. O que
se ha comunicado a la familia si lo puede comer.
De los 6 a los 9 meses. Se le ofrece un puñado de alimentos en su bandeja de la trona
antes de su toma de leche o puré. También se le ofrece fruta que pueda comer durante
el momento del tentempié que realizamos antes de ir al patio. (Este tentempié se lo
ofrecemos a todos los niños y niñas, independientemente de su horario y si comen o no
en el centro.)
De los 9 a los 12 meses. El momento y la manera es la misma. Distintas cantidades de
alimento antes de su plato triturado o toma de leche. Lo que varía es la cantidad de
alimento que progresivamente el pequeño/a va aumentando con respecto la comida
triturada.
A partir de los 12 meses, por lo general suelen ir tomando menús muy similares a los de
los adultos, cuidando siempre el tema de la sal y el tamaño de los alimentos, siempre
accesibles y manipulables por ellos.